miércoles, 24 de agosto de 2022

Dylan Thomas - No entres dócilmente en esa noche quieta

Dylan Thomas - No entres dócilmente en esa noche quieta


No entres dócilmente en esa noche quieta.
La vejez debiera delirar y arder cuando se cierra el día;
Rabia, rabia, contra la agonía de la luz.

Aunque los sabios al morir entiendan que la tiniebla es justa,
porque sus palabras no cruzaron relámpagos
no entran dócilmente en esa noche quieta.

Los buenos, que tras la última inquietud lloran por ese brillo
con que sus actos frágiles pudieron danzar en una bahía verde
rabian, rabian contra la agonía de la luz.

Los locos que atraparon y cantaron al sol en su carrera
y aprenden, ya muy tarde, que llenaron de pena su camino
no entran dócilmente en esa noche quieta.
 
Los solemnes, cercanos a la muerte, que ven con mirada deslumbrante
cuánto los ojos ciegos pudieron alegrarse y arder como meteoros
rabian, rabian contra la agonía de la luz.

Y tú mi padre, allí, en tu triste apogeo
maldice, bendice, que yo ahora imploro con la vehemencia de tus lágrimas.
No entres dócilmente en esa noche quieta.
Rabia, rabia contra la agonía de la luz.

Traducción: Elizabeth Azcona Cranwell en bastadetexto

domingo, 26 de junio de 2022

Sabina y Paez enemigos íntimos

En 1998, los aclamados (?) músicos se juntaron para grabar el álbum Enemigos íntimos, título en un principio sarcástico pero que finalmente terminó reflejando el quiebre de la relación después de una serie de desacuerdos. Por suerte, el paso del tiempo fue aflojando las tensiones y la herida parece haber cicatrizado.

sábado, 25 de junio de 2022

Desiderata

POEMA DESIDERATA
Por: Max Ehrmann

Camina plácido entre el ruido y la prisa,
y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto sea posible y sin rendirte,
mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de una manera serena y clara,
y escucha a los demás,
incluso al torpe e ignorante,
también ellos tienen su propia historia.
Esquiva a las personas ruidosas y agresivas,
pues son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
te volverás vano y amargado
pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos, lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera,
por humilde que sea,
ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Sé cauto en tus negocios,
pues el mundo está lleno de engaños.
Más no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe,
hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales, la vida está llena de heroísmo.
Sé sincero contigo mismo,
en especial no finjas el afecto,
y no seas cínico en el amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños,
es perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años,
abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu
para que te proteja de las adversidades repentinas,
más no te agotes con pensamientos oscuros,
muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Sobre una sana disciplina,
sé benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo,
no menos que las plantas y las estrellas, tienes derecho a existir,
y sea que te resulte claro o no,
indudablemente el universo marcha como debiera.
Por eso debes estar en paz con Dios,
cualquiera que sea tu idea de Él,
y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones,
conserva la paz con tu alma
en la bulliciosa confusión de la vida.
Aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos,
el mundo es todavía hermoso.
Sé cauto.
Esfuérzate por ser feliz.

domingo, 15 de mayo de 2022

Haruki Murakami - El lugar que nos fue prometido

Ahora que he pasado unos días en Tokio se me reactivaron algunas imágenes mentales sobre el ataque con gas sarín ocurrido en el metro de esta ciudad a mediados de los noventa. Alguien lo ha mencionado de forma casual mientras viajábamos en la línea Shiyoda, camino a la estación en donde se encuentra el congreso japonés. Así funciona la memoria: hay cosas que vemos o escuchamos de forma accidental o aún ex profeso pero sin prestarle verdadera atención, que se guardan (sin nuestro concurso) en algún lugar y vuelven a la conciencia también de forma automática, y entonces nos suele sorprender que noles hayamos prestado la consideración que merecían en su momento. Aquí, el 20 de marzo de 1995, un pequeño de grupo de miembros de la secta Aum Shinrykio (Verdad Suprema) pincharon bolsas de plástico que contenían gas sarín en varias estaciones, matando a trece civiles (al menos la mitad trabajadores del metro)y causando graves lesiones a otros seiscientos.