Haruki Murakami - Referencias en sus libros

Haruki Murakami suele incluir en sus novelas algunas referencias a tópicos que pueden ser relevantes en su cultura y que a veces son menos conocidos en otras latitudes. Esta breve recopilación trata de resumir algunas referencias para ampliar un poquito apenas la comprensión del contexto en su obra.
Ixx, jul24
  


La isla de Sajalín 
(citada en 1Q84)

Sajalín (quedó) dividida entre japoneses y rusos después de la derrota sufrida por estos últimos en la Guerra Ruso-Japonesa de 1905. La parte al sur del paralelo 50° N se asignó a Japón, formando la Prefectura de Karafuto, con capital en Toyohara, y el resto siguió siendo parte del Imperio ruso. La Unión Soviética recuperó la posesión total del territorio tras derrotar a Japón en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Más de 300.000 habitantes japoneses y coreanos súbditos del imperio permanecieron en la isla durante más de 5 años, trabajando en labores de reconstrucción, y luego fueron deportados.
Los 400.000 habitantes de la diáspora japonesa de Sajalín (incluido el pueblo indígena japonizado Ainu) que no habían sido ya evacuados durante la guerra, fueron deportados tras la invasión de la parte sur de la isla por la Unión Soviética en 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial.

Un prisionero ruso con grilletes.


Región de Manchuria 
(citada en Crónica del pájaro que da cuerda al mundo y en La caza del carnero salvaje)

La invasión japonesa de Manchuria por el Ejército de Kwantung del Imperio del Japón, comenzó el 19 de septiembre de 1931, inmediatamente después del Incidente de Mukden. La ocupación japonesa de Manchuria duró hasta el término de la Segunda Guerra Mundial y daría lugar a la fundación del estado títere de Manchukuo.

Las Guerras fronterizas soviético-japonesas fueron una serie de conflictos fronterizos entre Japón y la Unión Soviética ocurridos entre 1932 y 1941. Esta guerra no declarada terminó con la decisiva victoria soviética en la Batalla de Jaljin Gol, que constituyó primera y más grave derrota militar japonesa desde el comienzo de su expansionismo por Asia.​ Con esta derrota Japón abandonó la idea de enfrentarse a la Unión Soviética sin apoyo alemán.

“La historia se ha alargado mucho, pero lo que quería decirle es que mi verdadera vida probablemente acabó dentro de aquel profundo pozo del desierto de Mongolia. Tengo la impresión de que el corazón de mi vida se consumió por entero envuelto en aquella luz cegadora que brillaba, sólo diez o quince segundos al día, en el fondo del pozo. Tan grande fue para mí el misterio de aquella luz. No puedo explicárselo bien, pero, a decir verdad, después de aquello nada de lo que he visto, nada de lo que me ha sucedido ha hecho mella en el fondo de mi corazón. Incluso frente a las poderosas unidades de tanques soviéticos, cuando perdí la mano izquierda o en aquel infernal campo de concentración en Siberia, me poseía una especie de insensibilidad. Le sonará extraño, pero nada de aquello podía importarme. Algo que había dentro de mí ya había muerto. Y posiblemente, tal como lo sentí entonces, yo debía haber muerto sumergido en aquella luz y desvanecerme con ella. Era aquélla la hora de mi muerte. Pero, tal como había profetizado el señor Honda, yo no morí allí. O quizá sería mejor decir que yo no pude morir” (relato del teniente Mamiya, en Crónica del pájaro que da cuerda al mundo).

Two worlds collide, one of controlled gentility and forbearance – something also displayed by Toru…the other of pure malevolence and ambition. In that struggle between elementary forces, Mamiya loses everything; his failure to destroy this evil presence costs him his soul. Cast into archetypal terms, as I believe we must with the whole of The Wind-up Bird Chronicle, Mamiya fails to restore life to the wasteland of death (seen both in the wilds of the Mongolian desert and the labor camp in barren Siberia) that remained following World War II.

Dos mundos chocan, uno de controlada gentileza y paciencia, algo que también muestra Toru... el otro de pura malevolencia y ambición. En esa lucha entre fuerzas elementales, Mamiya lo pierde todo; su fracaso en destruir esta presencia malvada le cuesta su alma. Expresado en términos arquetípicos, como creo que debemos hacer con la totalidad de Crònica del pàjaro que da cuerda al mundo, Mamiya no logra devolver la vida al páramo de la muerte (visto tanto en el desierto de Mongolia como en el campo de trabajo en la árida Siberia) en que permaneció después de la Segunda Guerra Mundial.





Atentado en el metro de Tokio (entrevista a Haruki Murakami en La Vanguardia de España)

-Usted escribió dos libros sobre el ataque con gas sarín en el metro de Tokio en 1995, ejecutado por la secta Aum. Es un tema que rebrota en esta novela.

-Ese es el otro motivo para haber escrito 1Q84. Algo oscuro que se me quedó dentro tras haber investigado a la secta Aum. En Underground entrevisté a más de 60 víctimas, y en El lugar que fue prometido entrevisté a ocho miembros del grupo. Es un tema que todavía me revuelve el estómago. Mi indignación y mi rabia permanecen inalterables pero no todo es como parece. Mi interés se centró en Yasuo Hayashi, condenado a muerte, un hombre normal que se unió a la secta sin saber exactamente dónde se metía. Se convirtió en asesino tras sufrir un lavado de cerebro. La pena de muerte es lo que le corresponde según el sistema penal japonés y si se piensa en el dolor de las familias puede parecer justo pero, cuando fue sentenciado, me invadió una tristeza difusa. Me obsesionó la imagen de un hombre cualquiera, ni peor ni mejor que otros, y que alguien envía al otro lado de la luna hasta convertirlo en un asesino. Ese fue el punto inicial de mi historia.

Secta Aum Shinrikyo (citada en Underground y referenciada en 1Q84)

En junio de 1994, algunos miembros liberaron (gas) sarín en la ciudad de Matsumoto matando a trece personas, a este ataque se le conoce como el Incidente de Matsumoto. En la mañana del 20 de marzo de 1995, cinco discípulos de la secta colocaron bolsas plásticas llenas de sarín en estado líquido en vagones del metro de Tokio, y las perforaron con la punta de un paraguas justo antes de abandonarlos. Como resultado de este atentado murieron trece personas, y más de 6000 resultaron intoxicadas y afectadas de diversas formas. Tras los primeros indicios, algunas autoridades sospechan de Corea del Norte, pero después las autoridades acusan a Aum Shinrikyo de ser cómplices o autores del atentado, así como de una serie de incidentes de menor escala. Decenas de discípulos son detenidos y las sedes de Aum son registradas. En una de las sedes, se encuentra un helicóptero ruso, con el que tal vez se pretendía llevar a cabo un atentado a mayor escala, quizá rociando la capital con algún agente químico o biológico. El juzgado ordena la detención de Shoko Asahara y la policía lo descubre meditando en una pequeña habitación incomunicada de un edificio propiedad de Aum. Como consecuencia de los atentados la organización fue descabezada. Muchas de sus sedes fueron desmanteladas, y se encontraron con el rechazo absoluto por parte de la población japonesa. Fueron procesados por la ley anti-subversiva y acusados de la muerte de 27 personas, aunque finalmente la organización no fue prohibida. Durante los juicios a los miembros de la secta de 189 acusados, 12 fueron condenados a muerte. Shoko Asahara fue sentenciado a muerte en la horca el 27 de febrero de 2004, y finalmente fue ejecutado, junto a otros seis miembros, el 6 de julio de 2018.

Atentado en el metro de Tokio 
(citado en Underground)
(ver también la cita precedente)

NOTICIAS: Japón ha ejecutado al líder de la secta Verdad Suprema, considerado el cerebro del ataque con gas sarín en el metro de Tokio en 1995.
Shoko Asahara, cuyo nombre real era Chizuo Matsumoto, ha muerto ahorcado junto a otros seis miembros de su secta. Seis más, condenados a la pena capital, esperan su ejecución.
Atentado con gas sarín en Tokio: 13 muertos, decenas en estado vegetativo y 6300 intoxicados
De este modo, Japón empieza a pasar página 23 años después del que consideran su día más trágico desde la Segunda Guerra Mundial. Aquel 20 de marzo de 1995, varios miembros de la secta depositaron y perforaron paquetes con gas sarín en los vagones del metro. Murieron 13 personas y decenas quedaron en estado vegetativo. Hubo 6300 intoxicados.



Incidente de Fukushima 
(citado en La muerte del comendador)

Accidente nuclear en la planta de Fukushima ocasionado por un terremoto.
En resumen, el accidente fue provocado por el terremoto y tsunami de Tōhoku el 11 de marzo de 2011. Al detectar el terremoto, los reactores activos apagaron automáticamente sus reacciones de fisión. Debido a las descargas del reactor y otros problemas de la red, el suministro de electricidad falló y los generadores diesel de emergencia de los reactores comenzaron automáticamente a funcionar. Críticamente, estaban alimentando las bombas que hacían circular refrigerante a través de los núcleos de los reactores para eliminar el calor residual, que continúa a manar incluso después de que la fisión ha cesado. Pero el terremoto generó un tsunami de 14 metros de altura que llegó 46 minutos después, superando el dique de contención de la planta de solo 5,7 metros e inundando los terrenos inferiores de la planta alrededor de los edificios del reactor de las Unidades 1 a 4 con agua de mar, que llenó los sótanos y destruyó los generadores de emergencia.8​ La pérdida accidental de refrigerante resultante condujo a tres fusiones de núcleo, tres explosiones de hidrógeno y la liberación de contaminación radiactiva en las Unidades 1, 2 y 3 entre el 12 y el 15 de marzo. Ninguna de esas explosiones se produjo en los reactores por lo que no hubo ninguna explosión nuclear, cosa que además no puede suceder debido al bajo nivel de enriquecimiento del combustible. El grupo de combustible gastado del Reactor 4 previamente apagado aumentó la temperatura el 15 de marzo debido al calor de descomposición de las barras de combustible gastado, recientemente agregadas; pero no se redujo lo suficiente como para exponer el combustible.
En los días posteriores al accidente, la radiación emitida a la atmósfera obligó al gobierno a declarar una zona de evacuación cada vez más grande alrededor de la planta, que culminó en una zona de evacuación con un radio de 20 kilómetros.9​ En total, unos 154 000 residentes fueron evacuados de las comunidades que rodean la planta debido a los crecientes niveles de radiación ionizante ambiental fuera del sitio causados por la contaminación radiactiva en el aire de los reactores dañados.




Anschluss 
(referida en La muerte del comendador)

La palabra alemana Anschluss refiere a la fecha del 12 de marzo de 1938 cuando las tropas de la Wehrmacht invadieron la República de Austria sin encontrar resistencia.

Del 11 al 13 de marzo de 1938, la Alemania nazi se anexó a la vecina Austria (Österreich). Este hecho se conoce como la Anschluss. "Anschluss" es una palabra alemana que significa "conexión" o "unión". Al anexarse Austria, los nazis violaron tanto el Tratado de Versalles como el de Saint-Germain.

En la novela: Tomohiko había nacido en una familia de terratenientes. Estudió pintura entre 1936 y 1939, año de la Anchluss (anexión de Austria a Alemania). Al parecer, junto con su novia austríaca, participó en una revuelta antinazi en la que todos sus compañeros resultaron muertos, incluso su novia. Él padeció tortura pero salvó su vida, gracias a las relaciones estrechas entre Japón y Alemania, fue deportado a Japón. Tuvo que sufrir el suicidio de su hermano Tsuguhiko, tras su participación en la guerra chino japonesa. Tsuguhiko era un joven sensible, estudiante de música, que fue obligado a torturar y matar en el episodio de la guerra chino-japonesa conocido como “la violación de Nankin”. El suicidio se consideraba vergonzoso en una sociedad que adoraba a los guerreros. Después de tantos episodios violentos, Tomohiko –que había sido pintor vanguardista que seguía las técnicas occidentales- permaneció fuera de la escena pública durante muchos años para regresar y conseguir el éxito con sus cuadros ambientados en el periodo Asuka, pintados en el estilo y la técnica tradicional japonesa.
La escena retratada en el cuadro “La muerte del comendador” es muy sangrienta y el protagonista de la novela sospecha que en el cuadro ha pintado algo muy significativo para él, probablemente algo de lo sucedido en Austria antes de la deportación o quizás lo que hubiera querido que sucediera.
El descubrimiento del cuadro es doblemente importante en la novela que lleva su nombre, porque forma parte de la reflexión sobre el arte y el proceso creativo que la atraviesa y porque pone en movimiento una serie de eventos, naturales y sobrenaturales.





Satélite Sputnik 
(referido en Sputnik mi amor)

Sputnik (Спутник, satélite en ruso) es el nombre del programa espacial ruso que lanzó 4 naves homónimas denominadas Sputnik 1, 2, 3 y 4.
Al Programa Spútnik lo integraron una serie de misiones espaciales ejecutadas por la Unión Soviética, a finales de los años 1950 y principios de los 60, para demostrar la viabilidad de los satélites artificiales en órbita terrestre. El nombre "spútnik" ("спутник") pertenece al ruso y su significado astronómico es "satélite".



Los nombres (personajes sin nombres)
(en La caza del carnero salvaje

Lo primero que llama la atención de esta novela es que ningún personaje tiene nombre (con excepción de Jey, un camarero que apenas aparece tres veces en el libro): el del protagonista ni se menciona, y los demás no tienen más que apodos: “Ratón” o “el profesor Ovino”.
El libro trata de un treintañero algo depresivo que trabaja en una agencia de publicidad. Tras publicar una fotografía para la promoción de una empresa, un grupo de presión del país se pone en contacto con él. Así, comienza una búsqueda por Japón en pos de un carnero que se supone que no existe.

El nombre del gato. Al asunto de los nombres se debe sumar una charla que tienen los protagonistas de La caza del carnero salvaje en un auto sobre los nombres de los lugares y las cosas. Nada es casual.
Ixx, 2023


Los nombres otra vez
(La peregrinación del chico sin color) 

Los años de peregrinación del chico sin color
de Haruki Murakami

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«Tsukuru Tazaki no tiene ningún lugar concreto o especial al que ir. Ése había sido una especie de leitmotiv en su vida. No tenía un lugar adonde ir o al que regresar. Nunca lo había tenido, y ahora tampoco. Su lugar era aquel en el que se encontraba en cada momento» 
Además encontramos interesantes historias paralelas que conforman la vida de cada uno de los personajes, con partes luminosas y oscuras; heridas que sanar y misterios por resolver. «‘La vida es como una compleja partitura’, pensó Tsukuru. ‘Está llena de semicorcheas, fusas, signos raros, anotaciones indescifrables. Leerla correctamente es una tarea ardua, y aunque uno lo consiga, no siempre la interpreta de la manera correcta ni la valora en su justa medida. No siempre hace felices a las personas’» (p. 290). Explora además la opinión que tiene el mundo sobre los japoneses: «Es posible que Japón se haya convertido en un país próspero, pero la mayoría de estos japoneses cabizbajos no parecen demasiado felices» (p.297).

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Las violaciones en el contexto japonés
Si una de vuestras amigas del alma os explicara que un conocido en común la ha drogado y ha abusado de ella ¿cómo reaccionarías? Exacto, llamaríais a la policía. Sin embargo, ni Aka, ni Ao o Kuro se plantean en ningún momento ir a las autoridades y es muy posible que la propia Shiro contase con ello. Si la policía hubiera investigado mínimamente lo que decía Shiro, habrían descubierto fácilmente que esta mentía y la vida de Tsukuru no habría caído en una terrible depresión.



Kafka y Sajalín
(referidos en Kafka en la orilla y 1Q84)

¿Qué quiere decir que algo es kafkiano?
Qué significa “kafkiano” y por qué lo utilizamos?
Según El pequeño Larousse ilustrado, la palabra kafkiano significa: “una situación inquietante por su absurdidad o carencia de lógica, que recuerda a la atmósfera de las novelas de Kafka”. Una situación kafkiana es aquella en la que pasa algo ilógico, casi surreal, que debe tener un componente escalofriante.

Kafka, Dostoievski y Chéjov en la colonia penitenciaria (La isla de Sajalin I)

Antón Chéjov puso pie en la isla de Sajalín el 11 de julio de 1890, tras un largo y difícil viaje de tres meses y veinte días atravesando el continente asiático; pero en La isla de Sajalín nada nos cuenta de todas las dificultades, pues la obra comienza cuando el escritor llega a Nikoláievsk, en la desembocadura del río Amur.Chéjov se embarca en el Baikal, que lo trasladará a Aleksándrovsk, el “centro de la civilización de Sajalín”, “una pequeña y agradable ciudad de tipo siberiano, de unos tres mil habitantes”, donde se encuentra la residencia del comandante de la isla, a quien Chéjov visita al día siguiente de su llegada. El comandante le facilita un salvoconducto con el que le autoriza a visitar todas las prisiones y colonias; lo único que no le puede conceder es que se entreviste con presos políticos. Chéjov camina por Aleksándrovsk y se da de bruces con la realidad. Toda la isla era una cárcel:
(...)
 Los presos y los exiliados, salvo raras excepciones, circulan libremente, sin cadenas y sin escolta; se los encuentra uno a cada paso, solos o en grupo. Están en todos los patios y en todas las casas, porque trabajan como cocheros, guardianes, cocineros, cocineras y nodrizas.
(...)
De los dos mil presos que había en la cárcel de Aleksándrovsk, solo vivían dentro novecientos. Aunque estaba prohibido emplear a presos en el servicio doméstico, cualquier funcionario podía conseguir servidores: “Ya no se trata de trabajo forzado, sino de servidumbre, (…) no estamos ante un presidiario, sino ante un esclavo”. 
(...)
En la isla había “cinco mil novecientos cinco detenidos de ambos sexos”. El 23% de ellos vivía fuera de la cárcel. Cuando un preso cumplía su pena, se le liberaba de los trabajos forzados y adquiría la condición de colono. Pero eso no suponía una ventaja, porque entonces comenzaba un castigo mayor, pues cuando un colono llegaba a la parcela que le habían asignado, y que solía ser un lugar “pantanoso o boscoso”, solo disponía de un hacha, una sierra y una pala” para construir una isba y montar una granja. Dos o tres años después esa parcela se la daban también a otra persona, o a dos personas más. De modo que en isbas miserables cohabitaban varias familias, compuestas en su mayoría por matrimonios ilegítimos, y todos los hijos que pudieran nacer.
No se construían carreteras para llegar a esos sitios. No había ningún experto que examinara si los emplazamientos eran adecuados para la agricultura y cuántas personas podían vivir allí en condiciones dignas, sin pasar hambre.
A los diez años los colonos adquirían la condición de campesinos; y ya solo deseaban abandonar una isla donde se sentían inseguros, sin futuro para sus hijos.
(...)
En el sur de Sajalín había muy pocas mujeres y muchas parecían viejas y enfermas. Los colonos y funcionarios se quejaban de los del norte se quedaban con las mujeres jóvenes y sanas. En este inhumano sistema de colonia, la mujer –ya fuera presa o familiar de un recluso– solo era un elemento necesario para procrear y “un objeto indispensable para la satisfacción de sus necesidades naturales” como había manifestado una autoridad local.
“La llamada cuestión femenina presenta aspectos escandalosos en Sajalín”, escribe Chéjov. La mayoría de las presas eran asesinas, “víctimas del amor y del despotismo familiar”. Quince años antes de la llegada de Chéjov, las llevaban directamente a un burdel. Las que habían cometido alguna falta o no resultaban atractivas, trabajaban en la cocina; “las demás, servían a las «necesidades» de los hombres y se emborrachaban como cubas”.
Las presas eran cedidas a la colonia. No se pensaba en su castigo ni en su regeneración: “Se la considera un ser a medio camino entre un ama de casa y una criatura inferior, por debajo incluso de los animales domésticos”.
(...)
Chéjov quería editar La isla de Sajalín como un libro unitario. Sin embargo, en 1892 aceptó publicar el capítulo XXII, sobre los fugitivos, en una colección. Los diecinueve primeros capítulos se publicaron en la revista El pensamiento ruso, entre 1893 y 1894. La censura prohibió los capítulos XX y XXI, dedicados a la población libre y a los castigos. En 1895, La isla de Sajalín apareció publicada, por primera vez, como un libro.




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