miércoles, 10 de noviembre de 2021

Me matan limón - interpretada

Me matan limón el tema de Los Redonditos de Ricota, octavo del album Luzbelito una pintura musical de nuestros tiempos. Aquí comparto un análisis anónimo en OpinaLetras que realmente desmenuza la letra del Indio Solari en una interpretación impecable. Sabemos que Solari no quiere ser interpretado pero cómo nos gusta y si se hace bien como este caso se aprecia.

Muerte de Escobar por Botero

El título reproduce la frase que, según la tradición popular colombiana, pronunció Pablo Escobar (el jefe del Cartel de Medellín) poco antes de morir, el día en que lo mataron a balazos. "El Limón" era el apodo de Álvaro de Jesús Agudelo, el fiel lugarteniente y guardaespaldas de Pablo Escobar; tan fiel que ese día, murió junto a su jefe y amigo. 
Vamos al análisis de la letra: "Ni bien amainó la tormenta olvidó las promesas hechas... otra vez!": Se refiere a la imprudencia de Pablo Escobar. El sabía que el gobierno colombiano, a través de la Policía Nacional y el Ejército, mas la CIA y la DEA yankees, lo buscaban. También sabía que contaba con el apoyo de los colombianos pobres de los barrios, quienes lo ayudaban a ocultarse. Por eso, había prometido a su familia que tomaría precauciones y que no hablaría demasiado tiempo por teléfono con ellos, ya que las comunicaciones telefónicas eran la manera más eficaz que tenían para ubicarlo, rastreando las llamadas con equipos de detección provistos por la inteligencia yankee. Ese 2 de diciembre de 1993 Pablo se confió demasiado. Sintió que la "tormenta" (su búsqueda) había amainado y no reparó demasiado en su seguridad. Siguió llamando ("otra vez") a su familia, "olvidando las promesas hechas". "Me matan, Limón! Hijueputas! Limón!": Pasado el mediodía, utilizando un teléfono inalámbrico y satelital, Pablo Escobar finalmente consiguió comunicarse con su hijo. Pero cometió un grave error: hizo varias llamadas y habló demasiado tiempo. A raíz de esas llamadas fue que ubicaron la zona de su escondite, en un barrio apartado de Medellín. En cuestión de minutos, fuerzas de seguridad colombianas rodearon la manzana y entraron en la casa de Escobar quien, junto con "El Limón", intentó huir por los techos. El primero en salir fue "El Limón", quien lo hizo disparando su arma para tratar de distraer a las fuerzas mientras Pablo escapaba, pero lo mataron en cuestión de segundos; y acto seguido hicieron lo mismo con Escobar. Según la leyenda, Pablo cayó sobre el tejado de la casa gritando: "Me matan, Limón! Hijueputas! Limón!". "Por los techos viene el Bloque, ¡otra vez! Oh, otra vez!": El "Bloque" era el llamado "Bloque de Búsqueda", que se había formado en 1992, bajo el gobierno de César Gaviria Trujillo, para ubicar y matar a Pablo Escobar. Estaba integrado por los mejores hombres de la Policía Nacional y del Ejército colombiano. Además, "El Bloque de Búsqueda" contaba con el apoyo militar de "Los Pepes" y del Cartel de Cali (archirrival del Cartel de Medellín) mas el apoyo logístico y de inteligencia militar de la CIA y la DEA norteamericanas. "Pasan las dos... delatándolo. Apenas las dos... delatándolo a las dos de la tarde y zumba feo algún moscón.": Pasadas las 2 de la tarde, "El Bloque" ya había rodeado la calle de la casa en donde se escondía Pablo. Sabían que era una propiedad de dos pisos pero el sistema de rastreo no les dio la ubicación exacta. Por eso montaron un operativo cerrojo y se parapetaron a la espera de una señal. Muy sigilosamente, algunos agentes se dirigieron a las casas de dos pisos sospechosas. Y fue así que uno de ellos vio a Pablo a través de una ventana, en el piso superior de una casa. Finalmente habían encontrado a Pablo Escobar. El agente hizo las señas que "delataron" su escondite y hacia allí fue "El Bloque". Lo de "zumba feo algún moscón" es una doble metáfora: por un lado, hace referencia al helicóptero ("moscón" = mosca grande) del "Bloque" que sobrevolaba la zona con su ruido característico ("zumba feo" = el helicóptero se escucha muy cercano, es un mal indicio); y por otro lado hace referencia a Pablo sintiendo su muerte muy próxima. Como si ese "moscón" que "zumba feo" estuviese esperando su muerte para bajar y comer de su cadáver, como hacen las moscas. "Voy sangrando, Limón..! / Padrecito de / me la dieron, Limón..! / nuestros pobres que... / sangra por las tejas como vos, Limón!": Acá hay que prestar atención porque hay dos líneas superpuestas: la voz principal del Indio Solari canta una cosa. Y el coro canta otra. Y esas dos cosas terminan juntas en la última línea. Por lo tanto, la primera línea quedaría así: "Voy sangrando, Limón! Me la dieron, Limón! Sangra por las tejas como vos, Limón!". En cuanto a esto no hay mucho que explicar: es simplemente Pablo sangrando por los disparos recibidos. Finalmente se "la dieron". Y la segunda línea quedaría así: "Padrecito de nuestros pobres que sangra por las tejas como vos, Limón!". Pablo que yace muerto y ensangrentado sobre las tejas del techo era amado por los pobres. A ellos les daba plata, les construyó barrios, escuelas y canchas de fútbol, los reclutaba como sicarios para el Cartel de Medellín, etc. etc. Era un héroe popular de los pobres. Una especie de Robin Hood colombiano. Ellos veían a Pablo Escobar como su "padrecito". "Nunca pudo llorar, ni soñar al dormir? pero sabe que las dos es tarde ya": Pablo Escobar siempre fue el enemigo público para el gobierno colombiano. Incluso para la CIA y la DEA. Por eso toda su vida la tuvo que vivir escondido, huyendo de todos y de todo: huyendo del gobierno, de la policía, del ejército, del "Bloque", de la CIA, de la DEA, etc. Pablo Escobar llegó a ser el 7mo hombre más rico del mundo. Su fortuna llegó a los 10.000 millones de dólares. Sin embargo nunca vivió tranquilo, siempre en su mente había preocupaciones, miedos y riesgos permanentes. Eso es básicamente lo que dice esta estrofa: el tipo lo tenía todo, pero nunca llegó a disfrutarlo al máximo porque tenía que estar siempre alerta. Esta estrofa también es una metáfora: llorar o soñar al dormir son cosas cotidianas o normales para las personas comunes. Pero Pablo Escobar no las podía hacer. No tenía tiempo para eso. El tenía otras prioridades. Su vida giraba en torno a otras cosas. No era una persona normal. Su vida no era normal. En su último año y cada vez más acorralado, Pablo Escobar vivía en la más profunda incertidumbre. Ya caídas totalmente las posibilidades de una negociación con el gobierno, muertos o presos la mayoría de sus hombres, y con todo un país detrás suyo, Pablo tenía una cosa clara: lo inexorable de su destino, su muerte. Sabía que cuando le cayeran no iba a poder escapar de nuevo. Sabía que cuando le cayeran iba a ser demasiado tarde. Ese 2 de diciembre de 1993 le cayeron pasadas las 2 de la tarde. Poco antes de las 3 ya era hombre muerto. El lo sabía. El "sabe que las dos es tarde ya". "Todo el Bloque, Limón.../ nuestra gente no! / Baila y canta, mi Dios!.../ no quiere escuchar... / cumbias y merengues crueles, otra vez!": Acá vuelven a aparecer dos líneas superpuestas: la de la voz principal y la del coro. Con la particularidad de que las líneas dan dos mensajes total y absolutamente contrarios. Pablo Escobar ya está muerto, es un hecho. Pero su muerte causa dos sensaciones distintas y opuestas. La voz principal canta: "Todo el Bloque Limón, baila y canta, mi dios! Cumbias y merengues crueles, otra vez!". Esta es la línea de la alegría. Como si desde el más allá Pablo Escobar, contemplando el escenario y dirigiéndose a su guardaespaldas le dijera: "Mirá, mirá cómo festejan por habernos matado! Dios mío! Mirá cómo bailan, mirá cómo cantan. Mirá cómo sonríen y posan para las fotos al ritmo de cumbias y merengues". Esa fue la reacción del gobierno colombiano, del Bloque, de la CIA, la DEA y de muchos colombianos cuando dieron de baja a Pablo Escobar. Y al mismo tiempo el coro canta todo lo contrario: "Nuestra gente no! No quiere escuchar cumbias y merengues crueles, otra vez!". Esta es la línea de la tristeza. La reacción de los pobres, de la gente de Pablo, de quienes lo amaban. Esa gente no quiere escuchar esas cumbias y merengues con los que la otra mitad del país festeja. Esas cumbias y merengues que, paradójicamente, ahora les parecen crueles. Dos ritmos tan alegres como esos a ellos en esta situación les parecen lo más cruel del mundo. Porque acaban de matar a su "padrecito", a su "patrón" a su "amigo". Esta es la reacción de la otra mitad del pueblo colombiano.

Pablo Escobar muerto por Botero



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