martes, 9 de julio de 2019

Gallo Rojo, Gallo Negro

Los gallos (o Gallo rojo, gallo negro) 
Canción popular.
Imagen de @FrancoNarro (Twitter)

Cuando canta el gallo negro
es que ya se acaba el día. (1)
Si cantara el gallo rojo
otro gallo cantaría.

Ay, si es que yo miento,
que el cantar que yo canto (2)
lo borre el viento. (3)
Ay, qué desencanto
si me borrara el viento
lo que yo canto.

Se encontraron en la arena (4)
los dos gallos frente a frente.
El gallo negro era grande
pero el rojo era valiente.

Se miraron cara a cara (5)
y atacó el negro primero.
El gallo rojo es valiente
pero el negro es traicionero.

Gallo negro, gallo negro,
gallo negro, te lo advierto:
no se rinde un gallo rojo
mas que cuando está ya muerto. (6)


Versión de Chicho Sánchez Ferlosio.

(1) Los Olimareños cantan «es porque se acaba el día».
(2) Sílvia Pérez Cruz canta «que el cantar que yo cante».
(3) Rolando Alarcón canta «lo borra el viento».
(4) Los Olimareños cantan «se miraron en la arena».
(5) Los Olimareños cantan «se miraron frente a frente».
Sílvia Pérez Cruz canta «se miraron a la cara».
(6) Los Olimareños cantan «solo cuando ya está muerto».
Los Olimareños añaden al final la frase «ay, si es que yo miento».

Fuente de la letra:
https://www.cancioneros.com/nc/6491/0/los-gallos-o-gallo-rojo-gallo-negro-chicho-sanchez-ferlosio
Elegí esta publicación porque tiene comentarios de otras versiones.
Se puede ver la versión de Silvia Perez Cruz que en lo personal me encantó.
Abajo una interpretación que acertada o no bien sirve para describir una época.
IXX, jun19


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Para escuchar:

https://www.youtube.com/watch?v=k7KmM8cwiZM&list=PL5oMKd0rZDZQzf9eBYSSyQVNQnwUCo4YX&index=2


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Walter Chávez Gallerías
| 13/08/2017


Gallo negro/ gallo rojo
De todas las historias políticas, me gustan aquellas de los comunistas de la Guerra Civil española. Son relatos de perdedores, de hombres que lucharon por la República y no pudieron sostenerla... Arturo Pérez Reverte cuenta que, ya vencidos, muchos optaron por escapar hacia Francia; antes de cruzar la frontera tomaron un puñado de tierra (su tierra) y dieron el paso al exilio, donde los esperaban otros infiernos.

Literalmente ‘cayeron’ en otras guerras, los alcanzó otra vez el destino guerrero... Sin tener ya a dónde ir, “no se dejaron degollar como borregos”, se alistaron en la resistencia, pintaron sus carros blindados con nombres románticos: El Quijote, Teruel (la tierra de los amantes), Madrid y volvieron a la pelea, esta vez contra los nazis... Casi todos murieron en combate, pero liberaron París. Hay una toma reproducida por el New York Times, de la entrada de la División Leclerc el día de la liberación, el 26 de agosto de 1944... Los exiliados victoriosos llevan la bandera republicana, con las bandas roja, amarilla y morado, el mismo color morado que hoy recuperó Pablo Iglesias con Podemos... En la nueva liberación española que no pudo ser, “por ahora”.

Un hijo de estas guerras y de estos derrotados, Chicho Sánchez Ferlosio (1940) tuvo sus propias disputas contra la dictadura de Francisco Franco; solo que en vez de fusil, él tomó la guitarra, “esa máquina mata fascistas” (así la llamó el prócer rockero Woody Guthrie), y compuso quizás la más bella canción de protesta, al menos para Hortensia y para mí... A ella le gusta porque habla de comunismo y a mí porque habla de gallos... Fifty – fifty.

“Gallo Negro / Gallo Rojo”, se titula la canción... Se trata de una composición en contrapunto: de un lado el viejo orden (al que la “ley de la historia” le marca su hora final) y del otro está el amanecer comunista... Todo un sueño de entonces.

Cuando canta el gallo negro es que ya se acaba el día... Si cantara el gallo rojo, otro gallo cantaría...
El Gallo y su valor asumen una dimensión política y libertaria desde 1789, cuando sus aleteos y sus cantares proclaman el despertar del Tercer Estado (el Poder del Pueblo)... El Gallo resume el espíritu de la Revolución Francesa, por sus tres características principales: su postura desafiante, su canto que anuncia el alba (lo nuevo) y porque cuando se empeña en pelear lucha hasta vencer o morir... por eso los soldados del general Lafayette pusieron un gallo sobre sus cañones y le dieron una condición heráldica... Desde entonces, el gallo (Le Coq) es uno de los símbolos de la Francia que trajo al mundo la noción incontestada de felicidad social, basada en esa Santísima Trinidad laica: Libertad, Igualdad y Fraternidad...

El sueño de la libertad y la idea de perseverar en él han dado lugar a “historias descomunales” ligadas a los gallos de pelea. En el libro de Gabriel García Márquez, El Coronel no tiene quién le escriba, Agustín va a la gallera a repartir propaganda política clandestina y ahí se encuentra con la “mala hora”, lo acribillan a balazos y su padre (El coronel) hereda su gallo pinto de cabeza chica... Al principio piensa venderlo por 900 pesos, luego decide pelearlo porque le parece inganable... Aunque no tiene qué comer, el coronel insiste en pelear al gallo del hijo muerto... Hay en ese empecinamiento una noción de rebeldía gallística ante la adversidad... Y una posibilidad simbólica de liberación política y vital que ocurrirá en el palenque... Cuando el gallo mate a su oponente.

“Gallo Negro / Gallo Rojo”, es la canción más conocida de Chicho Sánchez Ferlosio, pero tuvo muchas, infinidad quizás... Circularon en la clandestinidad primero y luego a medida que Franco envejecía y la dictadura se ablandaba fueron alcanzando renombre... Quilapayún, Javier Krahe y Amancio Prada cantaron sus composiciones... Incluso Joaquín Sabina se animó a plagiarle un tema, Círculos viciosos (en el álbum Malas Compañías)... Chicho que ya había radicalizado su comunismo y se había convertido en ácrata, lo denunció... Sabina tuvo que reconocer el error y pagar.

La República fue aplastada en España en los años 30, pero su espíritu pervive en los poemas humanos de César Vallejo, en las tumbas anónimas del Valle de los Caídos, en las novelas de Hemingway, en las películas de Jaime Chávarri... Y en los versos de Chicho Sánchez Ferlosio... En su canción emblemática, el oscurantismo fascista y la libertad se encuentran frente a frente... Gallo Negro Vs. Gallo Rojo... El Negro era más grande y traicionero, pero el Rojo era más valiente... Aunque todavía en la historia, la revolución anduvo a saltos y retrocesos, aun cuando los republicanos españoles fueron masacrados y expulsados al exilio para morir de hambre o en otras guerras, su enseñanza sigue ahí, intacta.

El otro día volví a encontrarme con esos sueños de libertad que engendraron las luchas de la Guerra Civil española, en una novela magnífica y reciente de Andrea Estefanoni (La abuela civil española)... Y es que mientras este mundo siga estando como está, es lógico que la utopía no muera... Por muy fuerte que atropelle ahora el capitalismo y por mucho que a nombre de la revolución algunos burócratas consumen sus inmoralidades... por mucho que eso pase, el Gallo Rojo sigue en la pelea... “Te lo advierto Gallo Negro / no se rinde un Gallo Rojo, más que cuando ya está muerto”... así termina la bella canción de Chicho Sánchez Ferlosio.

https://www.eldeber.com.bo/opinion/Gallo-negro-gallo-rojo-20170811-0060.html

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