Ascenseur pour l'échaffaud
La banda sonora de "Ascensor para el cadalso", de Miles Davis, fue grabada en París en 1957, cuando el director Louis Malle permitió a Davis improvisar mientras veía fragmentos de la película para capturar la esencia de las imágenes y emociones. La grabación es considerada una obra maestra del jazz y se distingue por su enfoque innovador de unir la música con las imágenes para crear una atmósfera intensa y personal.
Louis Malle proyectó a Miles Davis la película sin banda sonora y éste, dándose la coincidencia de que la mayoría de los conciertos habían sido suspendidos, se comprometió con la condición de tener un piano y un proyector en su habitación del hotel. Dos semanas después, con unas partituras esbozadas bajo el brazo, se reunió con los músicos del cuarteto de René Urtreger (Urtreger al piano, Barney Wilen al saxo tenor, Pierre Michelot al contrabajo y el baterista Kenny Clarke), en el estudio Poste Parisien, un edificio lúgubre y oscuro, muy acorde con el ambiente de la película. Era la noche del 4 al 5 de diciembre de 1957. Las escenas que precisaban de banda sonora habían sido montadas en continuo para ser visionadas las veces que fueran necesarias, y los músicos comenzaron a improvisar sobre la partitura con el alma puesta en la pantalla. Según un texto de Boris Vian, que estuvo presente en la sesión, la mismísima Jeanne Moreau había preparado un minibar para atender a los músicos durante la grabación.
“La grabación se realizó en el estudio Poste Parisien en una atmósfera muy relajada. Allí estaba Jeanne Moreau, la protagonista de la película, que de manera encantadora atendía a los músicos y técnicos en un bar improvisado en el estudio. También estaban presentes los productores y técnicos y Louis Malle, en tirantes, que intentaba sacar de Miles Davis todo lo que deseaba añadirle a la imagen. Los músicos, totalmente relajados, veían pasar en la pantalla las principales escenas de la película, y situados así en el ambiente, se lanzaban a improvisar a medida que transcurría la proyección. Sobre esta sesión de grabación comentaría el también músico de jazz, además de novelista, dramaturgo y poeta francés Boris Vian que “No hay duda de que el oyente, incluso privado de las imágenes, será sensible al clima hechizante y trágico creado por el gran músico negro, sostenido admirablemente por sus compañeros de equipo".
Comentarios basados en una nota de Félix Amador-Gálvez publicada en jazzeseruido.blogspot.com.ar, mientras que la edición original de este disco fue realizada por Universal Music de Francia en el año 1958.
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