JL BORGES - Sobre "No nos une el amor sino el espanto"
Tantas veces repetida, esta frase de tan común nos pasa inadvertida. El amor por la ciudad, la historia compartida, la soledad, la nostalgia, la tristeza de los atardeceres grises. Borges l e habló de tango, de cuchillos, de faroles. Acuñó historias de entreveros en esquinas perdidas en los suburbios. Alguna noche de mirar la luna que a través de la reja da nostalgia, a solas con ella se habrá preguntado si Buenos Aires sentirá lo mismo. Y la ciudad siempre discreta escucha y guarda en los recovecos de sus faroles, en sus viejos balcones, en sus zaguanes silenciosos los ecos de una pasión incomprendida y mutua. ixx, feb11