La leyenda del retorno
fuente: http://www.cinefania.com/cinebraille/cantilo.shtml
Durante ese sangriento y politizado 1972, buena parte de la gente de la casa de Conesa (aunque no Durietz, por ejemplo) se fue a Las Golondrinas, en el paradisíaco Valle de El Bolsón, en los Andes Patagónicos, a hacer realidad el sueño de transformar el mundo por la vía del cambio interior. Allí encontraron a muchos de los miembros del primer elenco argentino de la ópera rock "Hair", que ya estaban desde hacía unos meses. Cantilo y el guitarrista de La Cofradía, el dotado Kubero Díaz, cultivaban la tierra, amasaban pan, leían, miraban arrobados el límpido cielo patagónico, vivían con alegría el amor y el descubrimiento de la paternidad... y componían canciones: en general Kubero hacía la música y Cantilo la letra. Ambos escuchaban en esos días los primeros discos de Led Zeppelin: una enorme banda inglesa que hacía un rock vital y desenfrenado que no perdía por ello elaboración, y no despreciaba experimentar con tranquilas baladas folk de influencia celta como "The battle of Evermore". Hubo a los pocos meses un par de viajes más, a un pueblito de pescadores en Bahía, Brasil, llamado Arembepe. Al regresar, Kubero se fue a tocar con La Pesada del Rock and Roll (que además le ayudaría a grabar su disco solista, donde hay un par de los temas compuestos en El Bolsón) y Cantilo buscó una banda con la que interpretar las canciones que tenía.
En ION, en diciembre de 1973, Cantilo grabó ocho temas en apenas 26 horas, con la participación de Willy Pedemonte en guitarras eléctricas, Alejandro Marassi en bajo y Diego Villanueva en batería, además de invitados como Jorge Pinchevsky en violín y dirección del coro, Gastón Cubillas en saxo, Isa Portugheis en tablas y voces y María José Cantilo y el ex Cofradía Morci Requena en coros, entre otros. Por diversos problemas, el disco recién sería editado por Trova en 1975.
Sigue un gran tema de Cantilo que evoca al Pedro y Pablo más político: el rock "La leyenda del retorno", y su retrato de la alegría popular tras el retorno de Perón al país en noviembre de 1972, tras más de 17 años de exilio.
LA LEYENDA DEL RETORNO
(Miguel Cantilo)
Convoquen a los pavos reales
Y a las hormigas beligerantes
Tomen precauciones nucleares
Y detectives particulares.
Los falsos dioses de aire, tierra y agua.
Vencieron el hechizo que reinaba.
El gran cacique vuelve del exilio
Manos al cielo, padre de los indios.
¡Traigan al líder, traigan al líder!.
¡El pueblo lo quiere vivar!.
"Vine ante todo para destapar la pipa de la paz"
Un par de recitales voy a dar antes de continuar.
Olvidemos los rencores, compañeros y señores.
Con el gran jefe del ejército tengo que zapar.
La sonrisa serena de los sabios.
La fatiga de abuelo entre los labios.
Y muchísimos años.
Y muchísimos años.
Convoquen a los ángeles reos.
A los cirujas y a los ateos.
A las sacerdotisas del puerto.
Y al cazador de espíritus muertos
La muchedumbre jubilosa canta.
Alrededor de la fogata santa.
Tres guerreros ahumados.
Manejan el asado
Tres guerreros ahumados.
Manejan el asado.
¡Traigan al líder, traigan al líder!.
¡El pueblo lo quiere vivar!