milonga del peón de campo
Atahualpa Yupanqui MILONGA DE PEÓN DE CAMPO Yo nunca tuve tropilla, Siempre montao en ajeno. Tuve un zaino que, de bueno, Ni pisaba la gravilla. Vivo una vida sencilla, Como es la del pobre peón. Madrugón tras madrugón Con lluvia, escarcha o pampero. A veces me duelen, fieros, Los hígados y el riñón. Soy peón de la Estancia Vieja, —Partido de Magdalena— Y aunque no valga la pena Anote que no son quejas. Un portón lleno de rejas Y allá en el fondo, un chalé. Lo recibirá un valet Que anda siempre disfrazao, Más no se asuste, cuñao, Y por mí pregúntele. Ni se le ocurra decir Que viene pa visitarme Diga que viene a cobrarme Y lo han de dejar pasar. Allí le van a mostrar Que siga los eucaliptos. Al final verá un ranchito Que han levantao estas manos ¡Esa es su casa, paisano! ¡Ahí puede pegar el grito! Allí le voy a enseñar Mis mancarromidos perros, Unas espuelas de fierro Y un montón de cosas más. Si es entendido, verá Ponchos de fina trama Y el retrato de mi mama, Que es donde rezo, pensan...