El decamerón
Texto 9: No valía contra ella (la peste) previsión ni providencia alguna, como el que limpiasen la ciudad operarios nombrados al efecto, o prohibir que los enfermos entrasen el la población, o dar muchos consejos para preservar la salud, o hacer no una sino varias veces al día humildes rogativas a Dios (…) (…) Al empezar la enfermedad les nacían a las hembras y varones en las ingles y en los sobacos unas hinchazones que algunas veces alcanzaban el tamaño de una manzana o de un huevo. La gente común daba a estos bultos el nombre de bubas(…) Luego, los síntomas de la enfermedad se trocaban en manchas negras y lívidas en brazos, muslos y demás partes del cuerpo. (…) así como la buba primitiva se convertía en signo inequívoco de futura muerte, tanto como estas manchas. Boccaccio. El Decamerón www.biografiasyvidas.com