Arrancá el carro que los melones se acomodan solos
La frase del título no es otra cosa que una nueva versión del "laissez fasser" (dejar hacer) típico de los argentinos. Otra vez las situaciones, hasta las más simples, nos desbordan y las dejamos transcurrir sin que nadie con responsabilidad y competencia le ponga un marco. En esta oportunidad los colectiveros, hartos de sus inconvenientes aplican una solución a su alcance sin demasiada coordinación con otros porque cada línea tiene su método, cada partido o jurisdicción hace lo que le parece y lo que puede pero hace e implementa el sistema de tarjetas magnéticas. "Lo atamo con alambre" canta Copani y es una pintura. Si las autoridades y funcionarios del area dejaron pasar el tiempo a ver como se acomodan los melones, quizás más adelante cuando la cosa se descalabre aún más se pongan a pensar como arreglar otro entuerto que si se organizara desde el comienzo con personal idóneo sería más sencillo, pero parece que para nosotros hasta lo más sencillo es un drama.